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El pasado 26 de marzo de 2022 tuve el honor de recibir de la Universidad Nacional de Rosario el reconocimiento de Doctora Honoris Causa.

Les comparto la clase magistral que di ese día.

Clase magistral en la recepción del reconocimiento Doctora Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario.

Parte A.

Agradecimientos

1- A la UNR, por su ingreso irrestricto, su gratuidad, su entrañable presencia en mi vida: cursé la carrera de Abogacía, Especialización en Derecho de Familia, tres años de carrera de Filosofía. Fui ayudante de Derecho Penal, profesora de la Licenciatura en Artes Escénicas y asumí trayectos pedagógicos en diversas facultades. A la Universidad Pública Argentina en la cual fui profesora regular durante veintisiete años y donde continúo como Profesor Consulto.

2- Al Rector de la Universidad Nacional de Rosario, Sr. Franco Bartolacci, al Consejo Superior de la UNR por otorgarme este reconocimiento. A Alejandro Vila, Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, en su festejo de 75 años de vida, por proponerlo, sostenerlo y hacerlo posible.

A Aldo Pricco, hijo, hermano y compañero, por su amor, su memoria y su apoyo. A los profesores, alumnos, egresados y al personal de la UNR por el ayer, el hoy, el todavía…

3- A los artistas, y en especial a los grupos teatrales, que me enseñaron la presencia, la “otra escena” de la vida, el tiempo, el espacio, la acción dramática y el cuerpo en medio de la rueda social, además de una forma distinta de abordar al otro. Me transmitieron la belleza, la vieja fábula de los sentimientos y la creación de acontecimientos que honran la condición humana y desnudan al Poder.

4- A la Política y su Poética, por enseñarme el valor de vivir con otros, la militancia de los 70’, la defensa de los presos políticos, la desaparición, el genocidio, los auténticos derechos humanos, el soporte de la memoria, la búsqueda de la verdad y el encuentro con la justicia. Por revelarme la exclusión y desigualdad, por llevarme a los bordes, los desequilibrios, la visión de las malogradas. Por hacerme transitar los más diversos territorios y abrazar lo público para siempre. Por honrar la lucha y la experiencia de los pueblos y la interculturalidad. Por hacerme amar lo diferente, denunciar lo colonial, la postura Patriarcal y tener fe que la transformación social es posible. A Hermes Binner, siempre…

5- A la gestión pública por enseñarme lo sagrado, el lugar para “aparecer” y no para “desaparecer”, ámbito para “revelarse” con V corta, y “rebelarse” con B larga. Ese espacio es irrenunciable y para algunos es lo único. Por lo dicho, dedico este reconocimiento a los equipos, grupos y trabajadores de la cultura, porque la nuestra fue, es y será una tarea colectiva. En especial a los que estuvieron dos décadas a mi lado, haciendo luz cuando no veía, coraje cuando estaba débil y me acercaron su tiempo y su talento, poniéndolos a mi disposición para construir juntos un proyecto cultural. Por las huellas de ese proyecto…

6- A mi hija Violeta Vázquez y a mis nietos Catalina Dora Avila y Oliverio Potenza por enseñarme en qué consiste el amor, la trascendencia y la emancipación. Por hacerme entender, todos los días, qué es un vínculo y que mi mayor entrega hacia ellos es simplemente dejarlos ir para seguir creciendo.

7- A las niñas, niños y adolescentes, a los jóvenes, por enseñarme lo que sé y lo que no sé de la Cultura y algunos secretos que jamás diré.

Parte B

Clase “La especie imaginante” (una conversación sobre Arte, Cultura y Devenir)

Daré esta clase en base a la lógica de encadenamiento. No usaré la deducción, el silogismo, el conflicto ni la paradoja. Lo haré con encadenamientos absurdos de conceptos e imágenes, al modo de las infancias.

Este modelo, ya inspirado en antiguos romances, coplas y seguidillas es La Plaza tiene una torre de Antonio Machado.

La plaza tiene una torre,

la torre tiene un balcón,

el balcón tiene una dama,

la dama una blanca flor.

Ha pasado un caballero,

¡quién sabe por qué pasó!,

y se ha llevado la plaza

con su torre y su balcón,

con su balcón y su dama,

su dama y su blanca flor.

Y aquí vamos como un juego serio y absurdo a nuestro intento:

El mundo tenía una crisis,

una crisis de repartos;

imaginar la cultura

y hacer del arte, un encanto.

Han pasado multitudes

¿quién sabe por qué pasaron?

Y se llevaron las crisis,

las crisis con sus repartos,

sus repartos, su cultura y el arte con sus encantos.

Han pasado las infancias

¿quién sabe por qué pasaron?

Y se llevaron la muerte

y el pensamiento binario,

imaginando batallas, juegos,

magia, retos sabios

van cantando los absurdos

de nuestra vida en el tiempo

van diciendo los lenguajes

que se quedan en silencio

van narrando historias locas,

disparates, sin criterio.

Han pasado las mujeres

¿quién sabe por qué pasaron?

Y se han llevado sus cuerpos

del mástil del sufrimiento

se han llevado lo diverso,

la otredad y los entierros.

Se han llevado la lucha, la fe,

todo el convencimiento.

Y se han llevado los ojos,

porque están amaneciendo.

Han pasado las pobrezas,

con dignidad y sin trabajo

y se llevaron su historia

de la quietud y el desgano

y se llevaron el pacto roto

un pacto con sus hermanos.

Han pasado los derechos

todos distantes, sagrados,

idénticos a sí mismos,

escritos, no interpretados,

universales, pasados,

parados sobre sus códigos,

acríticos y no aplicados

explicados por supuesto.

Mientras todo el mundo espera

agua, aire, tierra, fuego.

Que la codicia no es ciega,

y la vida no se queda.

Ha pasado los saberes

con sus ganas de saber

y todo el conocimiento,

territorio imprescindible,

experiencia en movimiento

que siempre está por volver.

Se llevaron el lenguaje,

la fuerza de investigar.

Sin olvidar la metáfora

y el relato ficcional.

Al fin pasó la belleza

carne de tiempo que vibra.

Se peleó con el poder

en una esquina de ayer.

Se lleva la epifanía

de las vidas malogradas,

el acto de aparecer,

la magia, la simpatía

pensando cómo volver

con el Bien a flor de piel.

Parte C

“La especie imaginante” (una conversación sobre Arte, Cultura y Devenir)

Ahora despleguemos el encadenado por otro camino y veamos qué secretos guarda.

Encadenamiento: Mundo

El llamado mundo no es el Planeta Tierra, ni el Universo. Se trata del conjunto de dispositivos históricos, dialécticos, paradójicos, etc. de interpretación, representación y simbolización de la condición humana como especie, sociedad y subjetividad: los paradigmas, lenguajes, métodos, sistemas de investigación científica, las redes de simbolización, los sistemas de creencias, los imaginarios sociales, constituyen nuestra visión colectiva y plural de la existencia y sus problemas.

Como una mamushka el mundo tiene capas, vacíos, preguntas, leyes, lógicas, conocimientos, conflictos y divergencias, y tiene hoy una crisis disolvente.

Encadenamiento: Crisis

Las bases de la vida en el planeta están en juego. La vida es invivible. El reparto de la riqueza, las palabras, los saberes, los frutos de la naturaleza, se realiza con total inequidad. La crisis ambiental cunde y la pobreza crece.

Lo llamamos Capitalismo absoluto, y provoca la caída del trabajo, una nueva pobreza desplegada en los territorios , el derrocamiento de la materia y un proceso de desimbolización y atenuación del pensamiento crítico. Los “entre” están rotos y los fragmentos tiemblan. Esta organización política y económica encuentra en el Patriarcado la forma de dominar las relaciones sociales y en la mirada colonial la manera de castigar la raza, la etnia, el género, la diversidad, la discapacidad y los relatos del origen posicionando como “los otros” a gran parte de la humanidad.

La situación nos pone a preguntarnos ¿cuál es el sentido de la vida?

Encadenamiento: Sentido

El sentido es uno de los secretos del juego. No está nombrado, en primer término, porque nació para nombrar. No es la significación, ni lo que quieren decir las cosas, los hechos sociales o los acontecimientos. Es la apropiación colectiva y múltiple de la aventura de vivir. El sentido no está hecho de contenidos sino de lo contrario: devela, desata los nudos del estereotipo. Desnuda, saca y no pone, dice “la otra cosa” de lo repetido y triunfante. Siempre está escarbando el tema del “Poder” y del “No Poder”, del “Podríamos”. Reconoce lo que subyace, inventa estrategias de resistencia.

El sentido es letra S de sentir, saber, suceder, soñar, sanar. Es simple y simplificado, sabio, surtido, subsistente, serio, sagaz, señal y sucio. Es silencio en el ruido, sobriedad en la constante duda, seducción en el mundo del consumo y sociedad, sagrada sociedad que no nos deja solos, saqueados, sometidos. Es significación con carne, y es soportar el no sentido sin morir ni enloquecer en el intento.

Que quede claro que hablamos del tiempo y el espacio. El sentido es duración y estremecimiento, movimiento y acción, y cuerpo-mente, subjetividad no sujetada, sentirse parte de la naturaleza, de la materia con aura. Esta búsqueda está situada en territorios, relatos históricos, lazos, innovación y complejidad que supere las disyunciones cuerpo y mente, forma y contenido, teoría y práctica, sujeto y objeto, escenas que subsisten en el sistema educativo. 

La pandemia nos separó de la naturalización del tiempo y a veces nos quedamos sin sentido, somos flashes sobre la superficie. Esta sensación trae un derroche de la experiencia social, una preocupación profunda sobre la libertad individual en manos del odio y el resentimiento, cuando las banderas de lo revolucionario engrosan el discurso de derechas irresponsables que rayan el fascismo.

Preocupa el descrédito de las bases arcaicas del sentido: el mito, el ritual, la celebración, el pensamiento poético, el acontecimiento y el juego. Muchas de esas huellas antiguas del sentido de la “cosa humana” están presentes, aún, en el arte.

Encadenamiento: Arte

“Es apenas un paso lo que va desde la danza cultual a la celebración del culto entendida como representación” [1]

El arte no juega solo, juega con, por eso la extensión, la pasividad y la comercialización en la participación de los espectadores, atenta contra sus propias bases. El arte habla con sensaciones, percepciones, emociones, imágenes internas e ideas. Adora la metáfora. Sabe que la portadora de belleza es la forma “el artista crea bloques de perceptos y de afectos, pero la única ley de la creación consiste en que el compuesto se sostenga por sí mismo” [2]. El arte lleva una significatividad propia de la percepción, que no se condice, con el triunfo de la Razón cartesiana. Lo bello es estremecedor, porque encontramos lo universal en lo particular, el tiempo y el espacio, el juego en movimiento. Captura lo fugitivo. El arte produce vibración popular, alimenta lo real, lo imaginario y lo simbólico y de esos planos, se nutre.

El problema que no podemos hoy profundizar es cómo se conjuga el arte con un enorme sistema de comunicación electrónico.

Jamás enfrentaría al arte, la literatura, la arquitectura, la “mano que piensa” del artesano, con las pantallas después del impacto del cine en nuestras vidas durante dos siglos. En esa conjunción me preocupa el resguardo de la metáfora, la creación y el pensamiento crítico y poético.

Mundo, crisis, repartos, sentidos, arte. Esta clase ha llegado a la cultura.

Encadenamiento: Cultura

Con C de casa, calle, cielo, club, colegio, cuerpo, creación, la cultura en interculturalidad vive en las ciudades y en todo ámbito y lugar donde se encuentre la especie humana. Dialoga la C con conciencia, compromiso, conocimiento, corazón, civil, ciudadanía, compañero, correligionario, camarada, cofradía, cultivo, consumo, crianza, creación…

La cultura es la gestión de la imaginación de los pueblos, diseñada en los territorios, la distribución social del sentido, el afecto, la sensibilidad, el pensamiento crítico, la pluralidad de lenguajes y saberes.

La cultura sostiene su capacidad de ser historia, memoria, comunicación, ambiente biosocial, intervención comunitaria y creación simbólica y colectiva de los pueblos.

El derecho a la cultura es un derecho humano y una larga lucha por venir. No creo en el “acceso a la cultura” porque en cualquier condición estamos atravesados por ella, desde la panza materna, como animales hablantes, simbólicos y como especie imaginante. No confundir “acceso pleno a los bienes culturales” porque es consustancial al propio derecho cultural.

Desde y cuando Edward Tylor a fines del siglo XIX sostuvo un concepto (evolucionista y ligado a las creencias naturales) de la cultura pero con bases antropológicas, todos los días la estamos redefiniendo. Es máquina de sentido y fábrica de imaginarios sociales, práctica de la Política como arte de vivir juntos, que se realiza con la experiencia en acción, en equilibrio entre las necesidades y las aspiraciones de los colectivos humanos. En esta aventura en movimiento la Universidad tiene un rol protagónico: ser impulso investigador y acción territorial, jerarquizando la vida en común y la búsqueda no sólo de la felicidad sino de la “arcaica” transformación social.

Para finalizar plantearé algunos desafíos de la cultura para el debate. El planteo es incompleto y humilde, a construir y diseñar.

Encadenamiento: Desafíos

1- Yo vengo de ser Ministra. Siempre creeré en lo público como la auténtica política de la gente. El espacio público es bien común, patrimonio, territorio de aprendizajes, escuela del convivir, ambientalismo integral, derechos humanos y normas que regulan la vida social. Memoria e innovación.

En consecuencia, es necesario construir en el marco del Estado y con la participación de grupos, instituciones y comunidades, un nuevo proyecto cultural para el espacio público poniendo en escena planes y proyectos amables pero no complacientes. Hay una situación nueva en la existencia, inventemos otro programa cultural con nuevas metas y sentidos. No volvamos a los 80’, ni al propio Proyecto Cultural que yo encabecé.

2- Las infraestructuras culturales deben ser símbolo y refugio de nuevas demandas y reivindicaciones. El ciudadano es el protagonista de la cultura y no los agentes que la construyen, que deben ser apoyados porque sin ellos no podrá realizarse el viaje. No podemos seguir construyendo en forma disciplinar, ni por campos separados, museos por una parte, escuelas de arte por otro, salas por doquier.

Necesitamos infraestructuras múltiples, aleros de ciudadanía en los cuales no se separe el juego, el espectáculo, el aprendizaje, donde se incluya a la gente en forma integral, haciendo del arte, el arte de vivir. Las instituciones culturales públicas luchan por abrirse. No las cerremos.

3- Las infancias y adolescencias, los jóvenes, no vinieron al mundo para habitar la adultez. Apoyemos las acciones de crianza de la primera infancia y recordemos que los niños y niñas son lo diverso, están en juego, viven en presente, tienen otra lógica, perciben de manera animista como si todo estuviera vivo, no conocen escisiones, creen en lo irreal, la magia y lo poético. Están solos. Tienen una ciudadanía sin palabra ni acción común. Son expertos en movimiento y están preparados para la imaginación.

Un proyecto cultural innovador debe saber cuidar lo que surge de los margenes y la manera de habitar el mundo de las infancias, porque tarde o temprano, se instalarán como tendencia histórica.

4- La escuela transmite la cultura y no al revés. No es bueno crear nuevas oposiciones en la escuela como “virtual y presencial”, “formal y no formal”. Lo que no tiene forma no existe. Creo que vamos hacia un sistema educativo distinto, en el cual las instituciones educativas se integren a los proyectos territoriales, porque el territorio demuestra ser mejor medida de cambio y encuentro social. Necesitamos una escuela cultural, inclusiva, filosófica (llena de preguntas), ambientalista, social (promoviendo una nueva relación con la materia, el cuerpo en juego y la naturaleza) y estética (creativa, amante de la selección y combinación, que trabaja sobre la forma-contenido e induce a un pensamiento estético y a alimentarse de la construcción material) 

5- La cultura tiene un importante papel en la construcción social deteriorada. Debe crear programas sin falsas oposiciones, barrio, centro, y correrse de los estereotipos socio-culturales, auspiciando una vida vivible, una distribución justa y la creación de nuevos proyectos de vida en el marco de nuevas relaciones naturaleza y cultura.

Los partidos políticos no citan en sus campañas y programas futuros, sus proyectos de Políticas Públicas Culturales. Esta tarea es una cuestión seria, la Cultura necesita una visión transdisciplinar y transversal y este problema implica la reforma del Estado con la articulación de las áreas socio culturales y ambientales. Se trata de un campo estrechamente ligado con los Derechos Humanos.

Para terminar, una posdata.

José Martí, poeta y revolucionario cubano se fue a la guerra de la independencia a los 17 años, sin tiempo de despedirse de su familia. Le escribe a su madre en Montecristi, 1895, explicando su decisión y abrazando a sus hermanas y hermanos firma y coloca una posdata en su carta.

“PD: No son inútiles la verdad, la lucha y la ternura, madre. No padezca”[3] y yo termino aquí diciendo lo mismo. No son inútiles la verdad, la lucha y la ternura, queridos compañeros. No padezcan.

Con amor y respeto.

María de los Angeles “Chiqui” González

Rosario, 26 de marzo de 2022

Facultad de Humanidades y Artes

Universidad Nacional de Rosario

Parte D

Bibliografía

1- La actualidad de los Bello de Hans-Georg Gadamer. Paidos, 1977.

2- ¿Qué es la filosofía? De Gilles Deluze y Félix Guattari. Ed. Anagrama, 1993.

3- La institución imaginaria de la sociedad. Cornelius Castoradis. Ed. Turquets, 1993.

4- La civilización primitiva. Edward Taylor. París, 1876. Citada por “La mediación cultural” de Bruno Nassim Aboudrar y Francois Mairesse. Ed. Libros Una, 2018.

5- La plaza tiene una torre. Antonio Machado. Ed. Colihue, 2015.

6- Los Derechos Humanos del siglo XXI (una mirada desde el pensamiento crítico) Manuel Gándara Carballido. Ed. Clacso, 2020.

7- Una epistemología del sur. De Boaventura Sousa Santos. Ed. Clacso. Siglo XXI, 2018.

8- Infancia e Historia. Destrucción de la experiencia y origen de la historia. Gregorio Agamben. Adriana Hidalgo editora, 2015.

9- ¿Qué es la política? De Hannah Arendt. Ed. Pardos, 1997.

10- La salvación de lo bello de Byung-Chul Han. Ed. Herder, 2019

11- Textos varios de Chiqui González en libros, revistas, manifiestos, página web, etc.


[1]De Hans-Georg Gadamer en “La actualidad de lo bello”. Ver bibliografía.

[2]De Gilles Deleuze y Félix Guattari en ¿Qué es la filosofía?. Ver bibliografía.

[3]De José Martí. Carta a su madre en Martí y la primera revolución cubana. Ver bibliografía.